La batalla del Jarama es, sin duda ninguna, el hecho histórico más relevante de los ocurridos en el espacio que hoy ocupa el Parque del sureste. El propio parque está lleno de resto de la batalla; trincheras, búnkeres, fortines, nidos de ametralladores, etc. Este mes de febrero de 2017 se cumplen ochenta años de aquel sangriento hecho.
La batalla del Jarama fue un importante enfrentamiento militar de la Guerra civil española, que se desarrolló entre el 6 y el 27 de febrero de 1937. Las fuerzas rebeldes de Orgaz y Valera comenzaron su ataque el 6 de febrero, como hemos dicho, con la intención de cortar las comunicaciones de Madrid y preparar el asalto a la capital. Comenzaba la batalla del Jarama, que finalizaría con un sangriento empate. Rodear Madrid fue imposible y la carretera que la unía con Valencia continuó abierta.
Esta fue la primera gran batalla de la Guerra civil, pero no sólo eso, sino también la primera batalla "moderna" de la contienda, tanto por el armamento usado, como por el modo en que se utilizó el mismo. Se produjo una concentración de material bélico desconocida hasta el momento. La aviación, la artillería pesada y los tanques soviéticos T-26, destacaron durante la batalla. Desde el punto de vista político la batalla significa la total internacionalización de la guerra con la muy importante participación de las Brigadas Internacionales, los asesores soviéticos y la Legión Cóndor alemana. Demostrando de esta forma el gran fracaso del Comité de No intervención en su tarea de impedir la participación internacional en la contienda. La defensa republicana no sólo retrasó los planes de los sublevados para cercar Madrid, sino que hizo lo mismo con el final de la guerra.
Se calcula que participaron en la batalla unos 80.000 soldados de ambos bandos, intoxicados de violencia e ideología. La moderación había desaparecido, la democracia estaba muerta, los totalitarismos dominaban el pensamiento, la política y la acción de todo un país.
La batalla del Jarama fue una de las más cruentas de la Guerra civil española. Los distintos autores no coinciden en el número de bajas de ambos bandos. Las estimaciones mantienen entre 6.000 y 7.000 para las fuerzas sublevadas, y entre 9.000 y 10.000 para las fuerzas republicanas, de los que más de 2.500 fueron miembros de las brigadas internacionales.
Tajar es una Asociación creada en 2008 y que está formada por un grupo de amantes de la historia reciente de nuestro país, unidos en el común objetivo de incentivar la recuperación y puesta en valor del extenso patrimonio que la Guerra Civil Española nos ha dejado en el valle del Jarama, como consecuencia de los acontecimientos ocurridos en este lugar en Febrero de 1937, durante la batalla que heredó el nombre del valle. Consecuencia de su actividad es este libro, "imprescindible para conocer la batalla del Jarama con objetividad y equidistancia de ambos bandos".
El libro trata de hacernos "entender qué paso entre el Jarama y el Tajuña y por qué fue tan importante para la historia de España y para la historia de Europa." Es "la primera publicación práctica para visitar el campo de batalla y saber cómo se desarrolló uno de los acontecimientos bélicos más importantes de nuestra historia." Acompañan al texto más de 100 fotografías, más de 30 fichas descriptivas de fortines que perduran en la actualidad y más de 40 planos con movimientos de tropas y ubicación de posiciones defensivas y ofensivas. Además, con "8 rutas guiadas" con planos y notas de ruta, para no perder detalle en los propios escenarios de la batalla.
Bunker en el río Jarama, Rivas-Vaciamadrid |
La batalla del Jarama es el tercer intento de las tropas nacionales por intentar tomar Madrid, después del primer intento de conquistar la capital con un ataque frontal a partir del Manzanares y la Casa de Campo y el segundo en la zona norte que desde la línea de Majadahonda-Aravaca. Algunos historiadores la engloban dentro de la batalla de Madrid.
Los objetivo de la operación inicial era una acción de gran envergadura por el este de Madrid, atravesar el río Jarama tomar Arganda del Rey y alcanzar Alcalá de Henares de esta forma cortarían las comunicaciones hacia Valencia y Barcelona con Madrid, dejando la ciudad aislada.
El planteamiento estratégico inicial tenía previstas tres fases:
1-Consecución de la línea Ciempozuelos – La Marañosa.
2-Una vez atravesado el río Jarama tomar Morata de Tajuña y Arganda para desde estos puntos conquistar Alcalá de Henares.
3-La incorporación de tropas italianas a la batalla que presionarían desde Guadalajara y acciones de distracción en la sierra norte.
Con anterioridad a la batalla el mando republicano había acumulado fuerzas en la zona, ya que tenía planeado realizar una ofensiva en el sector. Pero el ataque de los nacionales se les adelantó.
Los combates duraron hasta el 27 de febrero, sin que el frente apenas se moviera.Tras la batalla ambos bandos hicieron obras de fortificación que aun podemos ver y recorrer.
Búnker en Titulcia, valle del Tajuña |
Los republicanos crearon posiciones defensivas tras el río Tajuña, para resistir una posible ruptura del frente, en el caso de una nueva ofensiva nacional. Al otro lado del río Jarama, la orografía permitía una defensa fácil, ya que desde los riscos se dominaba todo el valle del Jarama.
El bando sublevado conservó el terreno que conquistó al otro lado del río, fortificando las posiciones y permaneciendo en ellas durante toda la contienda.
Los republicanos aunque perdieron algo de terreno, bloquearon las intenciones del enemigo, pero se vieron obligada a dejar un considerable número de fuerzas para evitar posibles nuevos intentos del bando nacional de cortar la carretera de Madrid a Valencia. La carretera de Madrid-Valencia no logró ser tomada, pero quedó a tiro de artillería y ametralladora, siendo frecuentemente batida a la altura de Vaciamadrid, por lo que hubo que desviar el tráfico.
Este libro, y otros como él, son la Memoria necesaria: conocer para no repetir la tragedia.
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